«Estos son los jueces que nos están robando la paz», fue la frase que se colocó en las varias gigantografías que exhibieron los rostros de los nueve jueces de la Corte Constitucional (CC) este martes 12 de agosto en algunas de las avenidas por las que atravesó la marcha liderada por el presidente Daniel Noboa.
El Gobierno se ha desmarcado de haber financiado este tipo de material gráfico al igual que haber estado detrás del traslado de simpatizantes en buses que llegaron a la capital provenientes de otras partes del país.
Pero han apoyado estas acciones. “Es una convocatoria amplia donde asistirán ecuatorianos y ecuatorianas llamados a participar libremente en esta marcha”, aseguró la vocera del Gobierno, Carolina Jaramillo. Y el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, defendió la exhibición del rostro de los magistrados y dijo que “tienen que darle la cara al país”.
Un poco antes de la marcha, la CC emitió un comunicado en el que se quejó de esta acción. “Durante el recorrido de la marcha se han colocado vallas publicitarias con los rostros de juezas y jueces de la Corte Constitucional, lo que constituye una estigmatización que incrementa el riesgo a su seguridad e integridad personal y afecta directamente a la independencia de este organismo”, indicó.
Este tipo de señalamientos directos contra personajes que van en contra de las acciones del gobierno reviven recuerdos de las prácticas que en su momento tuvo el expresidente Rafael Correa en sus diez años de mandato, cuando la exposición de fotos o videos de sus opositores fueron herramientas recurrentes para desacreditar voces críticas y consolidar apoyo político.
Para Zaidán, tal y como ocurrio en el gobierno de Correa, los controles, los contrapesos, los límites incomodaron y lo mismo estaría pasando ahora con Noboa.
“Buscan concentrar todo el poder, pretenden controlar instituciones. Hay una deformación de la democracia representativa, en nombre del pueblo denigran a cualquier autoridad pública que pone freno al abuso. Buscan enemigos para endosar responsabilidades que deberían asumir ellos. No saben legislar. Lo hacen sin la Constitución en la mano”, dice el jurista.
Sobre los señalamientos a los jueces de la CC, Zaidán menciona que se los pretende responsabilizar de errores cometidos al momento de legislar, aprobando leyes con artículos contrarios a la Constitución.
“En lugar de acudir a las audiencias a defender esas tres leyes, prefirieron denigrar a los jueces. Correa lo hacía en los enlaces de los sábados, Noboa lo hace en esta marcha”, dice.
Por otro lado, desde el punto de vista judicial, el exhibir los rostros de los jueces afirmando que “están robando la paz” al país podría llegar a configurarse en algún tipo de delito de odio en caso de tener algún responsable al que señalar directamente.
No obstante, para poder buscar responsables se necesitaría una investigación profunda que determine autores y cómplices, así lo explica el abogado Paúl Ocaña, presidente de la Federación Nacional de Abogados, aunque menciona que no se trata de ninguna acción grave.
El delito de actos de odio está tipificado en el artículo 177 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que establece que “la persona que cometa actos de violencia física o psicológica de odio, contra una o más personas en razón de su nacionalidad, etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género u orientación sexual, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, condición socioeconómica, condición migratoria, discapacidad, estado de salud o portar VIH, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”.
Para el politólogo Lenin Polanco también tendrían lugar otros delitos como intimidación y violación a la intimidad en el tema penal y en el ámbito civil el daño moral.
“La exhibición de los nombres, fotos y cargos de los nueve jueces de la más alta Corte de Justicia Constitucional del país, en el marco de una marcha-protesta pretendida como una demostración de fuerza y a través del despliegue del poder coercitivo del gobierno, es algo que quedará registrado en la historia política y constitucional del Ecuador”, dice Polanco.
Para el analista no solamente se configura un claro acto de intimidación sino dice que se ha puesto un blanco en la espalda que facilitará el ataque político a los nueve magistrados.
Al igual que Zaidán, Polanco cree también que los señalamientos hacia la CC, por parte del Ejecutivo junto el Legislativo, “hace imposible no comparar y ver cómo se vuelve a utilizar -como en las épocas más oscuras del correísmo- la lógica y discurso del amigo/enemigo, la falsa dicotomía entre buenos y malos: entre los que luchan contra la inseguridad y los que roban la paz.”
Polanco califica a esta práctica como una “tierra de cultivo de polarización y fanatismo, banalización de la política y afectación directa al Estado Constitucional de Derechos”.
“De seguir así, las diferencias del gobierno con el correísmo no serán mayores que sus semejanzas”, menciona.
En tanto, la marcha de Noboa arrancó a las 11:40 de este martes en el puente del Guambra, ubicado en la avenida Patria, sobre la avenida 10 de Agosto, en el centro-norte de la capital, recorrió varias calles y finalizó en los bajos del edificio de la CC, ubicado en las calles José Tamayo y Lizandro García, en el norte de Quito.
Al finalizar el recorrido, Noboa pronunció un breve discurso desde un megáfono para reclamar a la CC por la decisión de suspender la aplicación de 17 artículos de tres normas aprobadas recientemente.
“No vamos a permitir que el cambio se quede estancado por nueve personas que ni siquiera dan sus caras, que buscan esconder sus nombres y sus caras ante toda la sociedad. El Ecuador está cambiando, juntos lo vamos a cambiar”, expresó Noboa.
Noboa llegó a los exteriores de la Corte rodeado de cientos de simpatizantes, ministros de Estado y varios legisladores de su bloque ADN.
Fuente: El Universo
ra